Las 17:00 de la tarde y ya camino de terminar esta jornada de trabajo dura, ya queda menos para disfrutar del fin de semana.
El finde pasado terminé en la playa, decidimos mi chico y yo el pasar un finde de relax, fuera de todo el bullicio de Madrid, necesitábamos tranquilidad tanto el uno como el otro.
Nuestro primer finde juntos, solos…paseando por la orilla del mar, disfrutando del sol, del cielo azul, del sonido de las olas del mar, de la tranquilidad, respirar aire, el cerrar los ojos y sentir esa brisa en la cara, sin duda una maravilla. Pero…como se suele decir…lo bueno dura poco. Fue un finde para no olvidar jamás, se respiraba amor y auténtico romanticismo, vamos…que vuelvo a repetir el mejor finde de mi vida junto a una persona que lo es todo para mi.
La semana esta siendo agotadora, pero eso no me impide el seguir con mi sonrisa de oreja a oreja, mucho trabajo, llego a casa que solo me apetece cenar y dormir y que pase al día siguiente así hasta llegar al viernes que ya queda poquito.
Podría hablar de un tema que ha terminado mal, pero he decidido pasar olímpicamente del tema, rollo amigos, vamos rollo de obsesionados conmigo, jajajajaja, en fin que pena que haya gente suelta así por el mundo.
Igual escribo poquito en esta entrada…pero es que no hay mucho que contar, soy feliz, dichosa, con una familia increíble, un chico que vale un mundo y me hace sentir la persona más especial, un perro que me adora y unos amigos que me quieren tal y como soy y eso es muy importante.
Quiero hacer en mi entrada una mención muy importante para mi, a mi mami, la que siempre esta ahí, la que me apoya, la que me abraza, la que viene a darme un beso cuando me acuesto, la que me ayuda en todo, la que quiero un montón. Dicen que todas las madres son las mejores y especiales, pero puedo asegurar que como la mía…NINGUNA. Te quiero mami, mucho, mucho, mucho.
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