De vuelta entre mis cuatro paredes

De nuevo me encuentro por aquí para contar mi fin de semana y mi día de martes que ando teniendo.

El fin de semana fue muy tranquilo, ya que los días no acompañaban mucho, frio, lluvia, en fin días un poco tristes pero días que me encanta pasarlos en casa, mirar la calle por la ventana cruzándome la rebeca que me suelo poner para estar en casa.

Me corté el pelo…sí, lo sé, ya lo tenía corto pero…ahora bastante más, me resulta más cómodo y bueno me encuentro a gusto y guapa, pasarme la mano por la nuca y tenerla al descubierto es una gozada.

La noche de Halloween, salí, me disfracé de vampiresa gótica, me costó dar con el maquillaje pero conseguí un fabuloso espectáculo de colores, de expresión, de caracterización de mi personaje, una locura de bonito. Esa noche triunfó mi disfraz y mi maquillaje. Fui a buscar a una amiga a su trabajo, estaban todos medio disfrazados, los chicos iban con unas pintas de risa, tipo zombies pero con pelucas de chicas, las chicas una iba de novio zombie, otra de bruja sexy, otra de diablesa, otra de cocinera terrorífica, de araña, etc. La verdad es que estuvo muy chula la noche.

Hoy vuelta al trabajo…pero con un día menos para irme a Asturias, deseando ya ya ya el irme, el conocer aquello, el ver a mi amiga Sandra, tengo una buena sensación de que me lo voy a pasar genial y que me va a encantar aquello. Por fin conoceré donde pasaron la luna de miel mis padres, haré mil fotos, comeré fabes asturianas, beberé mucha sidrina que encima me encanta. Hoy empieza por fin la cuenta atrás.

Creo que voy empezando a ver una ráfaga de luz, pero…no quiero hacerme falsas esperanzas, viviendo el día a día, y haciendo caso de mi dicho: “tengo la memoria justa para pasar el día”.