sábado, 3 de septiembre de 2011

Un corazón…

Un corazón solitario, lleno de mil y una cicatrices por todos los lados, cicatrices de momentos de amor y a la vez de odio, de dulzura y a la vez de amargura, de experiencias y a la vez de pequeños olvidos. Un corazón aunque joven pero ya muy vivido.

Este corazón guarda como una pequeña cajita todos esos recuerdos y vivencias, el primer beso, el primer noviazgo, el primer te quiero desde el interior, el primer engaño, la primera obsesión.

Cada día que pasa le cuesta más confiar en alguien, disfrutar del cariño, porque se inunda de miedo, hay tantas cicatrices, tantos restos que pocos huecos quedan en él para poder tener aun más cicatrices. Es un temor creo que entendible, un temor que algún día se calmará con alguien que de verdad tenga ganas de llegar a él, que quiera conquistarlo con nobleza, que quiera quererlo sin condiciones, que sepa cuidarlo y mimarlo hasta tal punto que esas cicatrices desaparezcan y sean sólo un olvido, ese corazón que intenta batir sus alas con todas sus fuerzas pero no conseguir volar, algún día lo hará y no tocará el cielo con las manos, sino el imposible de los imposibles…el infinito.

¿Qué es el amor? lo más preciado de esta vida y lo más doloroso que existe. ¿Es real? una mirada, un te quiero verdadero que crea esa magia y que tantas personas destruyen ya que es una palabra más para ellos que no tienen ningún sentido, un te amo que la gente sigue destruyendo pero que para mi son palabras mayores, por supuesto que es real.

Este corazón sigue esperanzado en que algún día llegará alguien que le cuide de verdad, que se desviva por él, alguien que nada más verlo…ese corazón se ponga nervioso, lata hasta no poder más. No va a ser fácil, porque no se conforma con poco este corazón, ya que pide valores, sentimientos, verdades, sinceridad…pero seguirá luchando, porque se merece vivir, se merece soñar, se merece dulzura y comprensión.

Este corazón espera con calma y a la vez intentando ir remendándose poco a poco, para cuando llegue el día estar preparada y luchar hasta el final con ese otro corazón puro que venga hacer compañía a este.

Camino y camino pero no levanto el vuelo, levanto un castillo de ilusiones y sueños con mis manos sola en mi silencio y volar y acariciar el cielo con mis manos y olvidar mi dolor, inventar horizontes nuevos.