viernes, 23 de diciembre de 2011

Termina un año y empezaré con nuevos propóstios…

Ya nos queda una semana para entrar en el año 2.012, un año que espero que venga con fuerza porque me lo pienso comer como los cafés que me tomo del Starbucks…con mucha nata y caramelo para endulzar todo lo que este año no he podido hacer.

Madre mia…un año ya ha pasado, un año que ha dado mucho de si, pero termina rompiendo esquemas y haciendo un spring final para compensar todo lo malo vivido en él. ¿Qué puedo decir de este año? creo que lo podré definir como una mierda con sabor a fuerza, y…¿cómo se come eso? pues muy sencillo, ha sido un año penoso en todos los aspectos, pero ya me encargué yo a última hora de darle un giro de 180º mortal.

El año parece que empezó bien, con amig@s, trabajo, pareja…yo creo que fue la clave para llegar a donde estoy ahora. Me planto en marzo, me echan del trabajo, luché con el egoismo que desprendia mi pareja por aquel entonces, mi padre y sus problemas de corazón, amistades que dan la cara y me muestran sus verdaderas caras, es decir, la que hoy en día existe en la mayoría de las personas, dejo a mi pareja y sufro una serie de circunstancias que no son nada agradables ni se las deseo a nadie, me junto con cierta gente que no merece la pena en mi vida las cuales me terminan de hundir más, amigos mios a los que quiero con locura me empiezan a dar de lado, me veo sola, me veo hundida, me veo sin fuerzas para seguir adelante, sin ganas de salir, de hacer nada, entré en un túnel del cual veía que me comía y me absorvía cada vez más. Hasta que una noche me metí en la cama llorando y a la mañana siguiente me hice una serie de preguntas: ¿qué hago estando así? ¿tengo valor yo sóla a salir adelante? ¿puedo comerme el mundo?…me armé de valor, me centré y me di cuenta que no tenía confianza en mi misma, fue cuando empecé a crecerme, a cambiar de táctica a la hora de estar con la gente, a la hora de confiar, he madurado, he cambiado, estoy segura de mi misma, confio en mi palabra, en mis pensamientos, tengo fuerza, soy sentimental cuando he de serlo y fria a lo largo de los días.

Un año duro pero…con un final lleno de propósitos cumplidos, aunque a última hora jajajaja, pero conseguidos, soy feliz, amig@s que han formado parte de mi vida y se han ido, no les he llorado su ausencia porque no me han aportado nada, amig@s que siguen conmigo al pie del cañón, pocos, pero estan ahí, gente que he conocido este año y se han ido según han venido, amigos que han venido este año y se han quedado conmigo, y unas compañeras de curso que no me llevo compañeras, sino amigas, que en poco tiempo me han demostrado mucho y las aprecio mucho.

Un resumen algo escueto del 2.011, pero tampoco quiero darle mucho más bombo ya que lo que merece la pena es lo que ando viviendo ahora y no lo que he vivido en este pasado, se queda como experiencia, como anécdotas, un azote gordo del cual he espabilado y he reaccionado de tal manera que he conseguido cumplir todos mis propósitos y esta vez en serio, me lié la manta a la cabeza y salí como una campeona a comerme el mundo y lo que se me ponga por medio.

Así que…a lo que vamos, ¿qué propósitos me esperan este año nuevo? pues el primero de todos es seguir haciendo feliz a mi familia, el estar con ellos, en estar al pie del cañón cuando ellos me necesiten; el segundo encontrar un trabajo y poder ir saliendo adelante, tal y como esta la cosa es complicado pero…a por todas, que soy una tía que valgo; el tercero…ainsss, creo que el más difícil, conocer a alguien que merezca mucho la pena y me aporte lo que yo necesito; y el resto…seguir mantenieno a mis verdaderos amigos y volver a tener una confianza enorme en ellos, seguir siendo como soy y no cambiar, aunque…eso sí, pulir un poco más todo lo que he conseguido hasta ahora.

Esta es mi última entrada del año, la de cosas que he escrito entre mis cuatro paredes, la cantidad de sentimientos que he compartido con vosotros, la cantidad de cabreos, de angustias y de felicidad, y seguiré plasmando mucho más en este año que empezará dentro de poco y espero y os prometo porque pienso mover cielo y tierra para conseguir que sean más cosas buenas que malas. Gracias por los que me seguís en el blog, gracias por todas esas personas que me siguen pidiendo que escriba y sobre todo gracias por dejarme entrar en vuestras vidas y dejar darme a conocer un poco más tanto a los que me conocen de mucho, como a los que no me conocéis de nada.

 

viernes, 9 de diciembre de 2011

La vida en un ramo de flores…

Llevo unos días pensando en una pequeña historia, una historia que se puede plasmar en la vida real, quizás mucha gente se pueda dar por aludida si se ve en esa misma situación. Quizás el título no sea el apropiado o me lo podía haber currado más, pero prácticamente se define así: “La vida en un ramo de flores”. Y trata de…

Érase una vez en una pequeña floristería en la que había muchísimos ramos de flores, de todos los colores, lírios, diferentes clases de rosas, tulipanes, amapolas, margaritas, claveles. Pero…algo raro había en un ramo de flores, la manera de formar ese ramo, un ramo de rosas rojas, un ramo lleno de pasión y de belleza, pero…si nos fijamos bien, no sólo hay rosas, sino una margarita blanca preciosa en medio del ramo, sólo que no se aprecia casi.

Esta margarita se veía muy pequeña al lado de esas flores tan bonitas, tan esbeltas, tan insinuantes, al lado de ellas se veía insgnificante y que nadie se iba a fijar en ella. Se sentía…indefensa ya que estaba rodeada de espinas por todos los lados las cuales le pinchaban, le hacían pequeñas heridas. Ella en cierta manera se sentía amenazada, necesitaba escapar de ese ramo, o tener a otra flor a su lado que la ayudase a pelear y hacerse notar ante esas rosas o estar con los suyos y que fuese feliz.

A los días una persona entro a la tienda y pidió un ramo de rosas, lo que la dependienta no se dió cuenta y le dió el ramo donde se encontraba dicha margarita, aquella persona no se dió cuenta hasta que llegó a casa, se asomó a ver ese ramo tan espectacular y vió una pequeña flor escondida en el medio del ramo.

Esta historia puede tener varios finales buenos o malos, quien sabe, el mio espera tener un final feliz, no voy a escribirlo, sino cerraré los ojos y me imaginaré ese final que para mi será realmente bueno.

Creo que las personas que lean esta entrada sabrán cual es el símil de este ramo de flores a la vida real, porque creo que alguna vez en nuestra vida somos una margarita. Una flor de la cual me siento muy identificada y una flor que me gusta más que ninguna, ya que es pura, sencilla, huele genial y puede esconder muchas cosas bonitas, sólo falta que venga alguien a descubrir ese tipo de cosas.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Miedos…

Yo no sé si lo que voy hacer ahora me va a venor bien o me va a repercutir, ya que puede ser un arma de doble filo.

Hay una cosa que me mata por dentro y que ayer por una serie de circunstancias me llevó a pensar lo que hoy plasmo aquí, el miedo y la desconfianza en los demás.

Sé que esto me puede causar muchos problemas, o hacerme daño o hacer daño a la gente que me rodea, pero es una situación que por mucho que luche por ella me sigue remordiendo mis entrañas. Por ciertas circunstancias me he vuelto así, ciertas personas que en un pasado me hicieron daño han dejado en mi la huella de la desconfianza, del miedo a que me vuelvan hacer daño, a que jueguen con lo único que me queda realmente de mi y que no quiero cambiar, mis sentimientos, una parte que considero mia y que me hace ser como soy me definen como persona.

Llevo una temporada aferrada a mis libros, lo hablaba con un amigo, porque es una sensación horrible el vivir en constante desconfianza y me alivia el pillar ahora mis estudios y someterme a ellos, ¿el problema? que me estoy perdiendo muchas cosas bonitas.

Por supuesto esto no quita para que sea feliz, para que me sienta capaz de conseguir metas y de seguir luchando, pero no es una felicidad plena de sentirme liberada por quien yo soy, por mostrar al mundo los valores que tengo, mis sentimientos que brotan por cada poro de mi piel cada vez que digo una palabra o un gesto o siento en el momento.

Sólo puedo pedir perdón a esas personas que me rodean y que puedo hacer daño inconscientemente, y pido por favor que sean pacientes y que sigan haciéndome ver que puedo confiar en ellos, que estaré muy agradecida de ello. Que es una etapa que ahora me ha tocado vivir y que sé que es difícil lidiar con este tipo de personas porque yo lo he vivido con los demás, pero sé que tarde o temprano merece la pena y consigues ser feliz, plénamente feliz.

Seguiré luchando para conseguir quitarme del medio esta situación, porque primero tengo que querer yo para que los demás puedan ayudarme, y no me pienso dar por vencida, sigo pensando que soy una persona que si consigo volver a ser yo en ese aspecto tengo mogollón de cosas bonitas que ofrecer y sobre todo poder estar al 100% cuando alguien me necesite de verdad.

Creo que los que me conocen saben como soy, puro corazón y que no tengo maldad ninguna, quizás demasiada cabezota y con algo de mala leche pero no soy perfecta. Y los que saben lo que he pasado, como lo he pasado y todo lo que he luchado por ello comprenderán mi situación de ahora y sé que me van ayudar a salir de este miedo.