miércoles, 3 de noviembre de 2010

Falsas esperanzas

Vuelvo a pensar de nuevo que soy un pequeño fantasma, tener esperanzas que luego no sirven de nada, el intentar meterte en la cabeza una cosa que puede ser posible, pero que en realidad no lo es.

Cuando ayudas a alguien, escuchas, apoyas, intentas sacar sonrisas, que esa persona vuelva a recuperar la ilusión por las cosas, no esperas nada de esa persona, solo el echo de que te responda con un gesto, un gracias…pero yo no he tenido nada de eso, creo que he ayudado, he escuchado a esa persona, pero como si nada, a los demás da las gracias, pero…yo soy un mísero fantasma que no importa lo que sienta.

Hoy no ha sido un gran día, problemas en el trabajo, llegar a casa y ver que no eres nadie para esa persona…me ha superado un poco, ya no solo eso, sino detalles que te dice, o hace que da a entender que yo voy a parte, que yo no entro en su sitio.

Tan solo me queda cerrar los ojos, respirar hondo…y pensar en lo poco que me queda para ver a mi amiga, necesito y deseo dejar en Asturias muchos pensamientos, muchas anotaciones que voy haciendo mentales que no me dejan seguir adelante, sé que empezar desde cero no estando sola, no lo voy a conseguir, pero al menos mirar a horizonte y mirar todo aquello que me rodea, esa naturaleza que tenemos tan bonita, sentir el frio en mi cara, sentir el viento en mi cuerpo me va a servir de mucho.

¿Por qué falsas esperanzas? ¿por qué llamar así a mi entrada? pues porque me creo esperanzas con las amistades que poco a poco me van demostrando que no merecen la pena, hoy por hoy…el 90% de la sociedad se mueve por el interés de cada persona, y no realmente por el valor y el significado de amistad.

Hoy me despido muy triste, ya que por mucho me digan que no haga caso de esas situaciones…soy puro sentimiento y a las personas como yo…nos cuesta mucho conseguir que no nos duela.

4 comentarios:

  1. Hay personas capaces de dar más de lo que otras personas podrán recibir jamás.

    ResponderEliminar
  2. Coincido con Pedro!


    Es así, la gran mayoría de la gente vive inmersa en sus cosas sin desviar la vista siquiera, NO VALORAN NADA.
    Dónde quedaron esas épocas cuando la amistad era otra cosa, como cuando éramos niños? Es el hecho de crecer, de sumergirnos en la vorágine de la vida adulta lo que nos convierte en esto? Y digo NOS porque nadie está exento de ser así, tal vez no a propósito, pero puede pasar.
    Y ciertamente, a los sentimentales nos afecta el triple todo, tanto para bien como para mal.

    Ya falta menos, revisa la lista de viaje y no te olvides de nada! :)
    Un abrazo volador!

    ResponderEliminar
  3. Gracias!!! y si tenéis razón es una pena.

    Sol cosa guapa, esta tarde haré la maleta, el plano del viaje ya lo tengo preparado desde la semana pasada, se me va hacer el viaje eterno hasta que llegue allí, 6 horas, teniendo que venir a trabajar y todo, pero merecerá mucho la pena.

    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  4. Pues sí que es una lástima ser demasiado sentimental... tristemente al final la vida te va endureciendo. Te acabas dando cuenta de que no se puede pretender que la gente sea igual que tú, la gente es demasiado interesada, sólo se rigen por lo fácil, esforzarse sólo si sacan beneficio... y la vida te arrebata a la gente auténtica para ver hasta dónde eres capaz de llegar. Aun así, no hay que desfallecer y hay que luchar por la identidad de uno mismo (sin darse del todo que luego recibes palos...)

    Un saludo y buen viaje a Asturias

    ResponderEliminar